CIC Colectivo La silla

CIC Colectivo La silla
Chile

domingo, 15 de febrero de 2009

Violeta Boncheva - BULGARIA

PERFIL

El garfio de la luna que cuelga de mi ombligo
Me colma siempre de plenilunios.
Después estos vacían su molde,
Igual que lo hace la mañana:
Arriba ni una sola estrella,
Abajo, lechos solitarios.
Solo una afelpada albura de nieve sostiene todavía el alfeizar con los codos
Y echa a correr por la resbalosa pendiente,
Cuesta abajo resulta más emocionante aun:
Pareciera que tras un segundo llegara una naranja
Que hubiera mordisqueado su mirada.
Ojala se atragante la muy glotona
Que salpica de sudor su cintura:
Se diría que jamás ha visto un membrillo de dos gibas
Y jinetea su caballo como un gitano.
Repentinos chasquidos aligeran la hora intermedia

Y todo toma su lugar.Incluso el teléfono, el sordo ese,
Desgarrara sus timbrazos
Para demostrar
Que lo recuerdan todavía.


ELLA


Broto entre los ajenjos en el patio
Como si estuviera floreciendo la acedera
Sin secreto alguno en sus ojos
Como campanas de pascua
La dueña de cantos de pájaros
De un perro y un gato.
Se ocupo de los jacintos y el hinojo

Y comenzó a hablarme de historias añejas
Al final me deslizo en las manos
Un huso de colores de su natal Gorna Oriajovitsa
Para que no me perdiera en el camino
YoLa cosmopolita.

LA SILLA


No consiguió la silla partir tras la mujer
Pase a sus cuatro patas
Permanece en su sitio
Delante del jardín
Y solo un cojincillo de colores evoca
Las tibias piernas
Abandonadas largamente encima suyo
Bajo ellas la hierba languidece

El tiempo acecha desde arriba
Ignoro ahora si podrá resistir

La solitaria cuatro patas
El afilado besuqueo de algunas gallinas
Al no haber quien las eche.


CANCION DE LA LLUVIA


Amo la música blanca de la lluvia.
Cuando partí, estaba lloviendo.
Una niebla primaveral de nubes
Desplegó gotas menudas largamente.
Amo la lluvia sobre mis cabellos,

Cuando un gesto impasible las hiela,
Cuando una palabra maligna me ensucia.
La lluvia de nada deja huella.
Que caiga un aguacero en alguna hora tardía,

Cuando nuestros pasos con lentitud retornen.
Un halito de lluvia y el aroma de la noche
Que entren conmigo a casa y se quedan allí.
Que en lluvia sin fin se derrame en mi sueño

Y mi canción naufrague en ella…
La vida arrebata tanta luz.
Ojala al menos la lluvia me dejara.


ESE HOMBRE


Ese hombre está aniquilándose:
no desea ver la nieve,colgado del humo de su cigarrillo
sofoca su garganta con un “gitana”,
engulle bocadillos grasientos, ya fríos,
está enjugando sus ojos en el ombligo desnudo
de la cancionista.
Copos-mariposa se deslizan por el alfeizar,
pero no los advierte(la señora Blanca Nieves se mudó hace ya muchode sus albos aposentos),
y él como un sabueso
ronda el barrio
y arriba siempre hasta esta taberna,
siempre la misma morcilla con trozos de mantecada fin al monumento en su estomago.
Un grito ha obstruido su pecho
como una bola de nieve:
su cabeza – la fatigada campanilla –cuelga apoyada en la palma de su mano.
¿Verano, mar?
Nada que se le parezca.

Una de estas noches se plantara bajo este cielo,
allí permanecerá mientras resista,
un auténtico hombre de nieve –estupefacto, surrealista, con un cigarrillo –blanco y taciturno,
sosegado,
como la nieveque cadenciosamenteestá cayendo.


AMOR

Ese río larguísimo
apacibles sus aguasen derredor las hierbas amargas
zozobraron
la nieve huele a limpio
y como barcas los pájaros se cruzan
de insolación dos naranjas se parten
y en una balsa inmenso el fuego arde.
Entre el alba y el acoso transitamos

son un lazo viviente nuestros brazos
y es imposible que sola se desate el hada revoltosa
que aquí arribara hace cien años.
La cual incluso después de nosotros

habrá de conducirla balsa de fuego
y la nieve.


PARA TI


Imagino palabras
y las ordeno
roca
que me proteja de la rotación inanimada
ciervo
que cargue entre sus astas

un trozo de mañana
helecho
que ha brotado de súbito en la arena
canción
que mane de coros celestiales
ballena
llevando a lomo el mar entero
corazón
Escribo al final
Y te lo entrego.


Breve Reseña

Ha escrito siete libros, cinco de poesía y dos de prosa. El libro para niños “El sombrerote” y su último poemario “En el ombligo de la luna” son bilingües, traducidos por el profesor mexicano Reynol Pérez Vázquez.
Violeta es Miembro de la Sociedad de Escritores Búlgaros. Ganadora de premios nacionales e internacionales (en EEUU y España), ha publicado sus cuentos y versos en revistas literarias de México, Chile, Estados Unidos, Grecia.
Actualmente, además de escribir, trabaja como Profesora de idioma Español en un Colegio Preparatorio de su ciudad, en Bulgaria.