CIC Colectivo La silla

CIC Colectivo La silla
Chile

domingo, 30 de diciembre de 2007

Patricio Bruna - Chile, 1959

Fragilidad Sume

Fragilidad sume su cuerpo -un traje de fiesta aguarda-

Y tras aquella vibración de mariposa el polvo

De las esperas suelen escarbar; es un baño

De oro viejo que recubre lo más ínfimo

En el recuento; lo que fue tu leve gemido

Del placer, un ave infiltrada, luego

Algo más… parábola de las nocturnas horas para nadar

Aleatorios, en definitiva hasta el despertar; lo más barato comprábamos

Del supermercado, para desayunar e intentar llegar

A fin de mes con las provisiones que no alcanzaban, si el sueldo era

Escaso, para piruetas de un recreo;

De todo esto, con esta carga, lo espinoso venía a ser cuando en lo insondable de tu abrazo

Acaso las plumas que de ti, después,

Pequeña ave de los días, volaban en

Lo que tratabas de esconder: lo que excedía

La piel: una desesperada

Maniobra... que, claro, pudo mover a risa,

Pero las costuras de ese plumaje tardío nos dejaron a la intemperie del querer,

Y más, en lo que el sarcasmo excedía en el gesto hacia el desaliento,… pero tú,

Tu trataste -era tu convencimiento al maquillarte-

Con tu espejito, al pesado ser de la responsabilidad de hacerlo ínfimo,

De restarle importancia: "sólo un momento, espera por favor,

Ya estoy lista"… "¿vamos?". Y

Lo que recorre el sudor, aún en el amable tramo de los saludos,

Tú tu sonrisa siempre, aunque

Te pudo delatar, lo que tratabas en público

De decir con dignidad; y lo que coerciona

Es una mano, la que va

Al bolsillo por un par de monedas para pagarle al cartero

-Que silbando acababa de llamar a la puerta-,

Y esa mano ese pensamiento

En lo que es uno desde su ámbito

Frívolo: ha venido cercando

En su mar de lo inducido

Bordeando la costa

Ajena del placer culpable

En lo livianamente manifestable

De un programa más de televisión, aviesamente

Superficial, que irónico tironea

Incómodo en esa mínima porción de ocio y soledad;

Como si el tiempo libre hostigara

En esa falsa opción a la manera más solemne

De tu credo,… y otra risa lo delata

Cruzando desde el departamento contiguo;

Golpetea esa ajena intimidad

Al ritmo cárneo de su cabalgar

Que se yergue revestida; runa, perfil

Mágico de lo privado… esa indiscreta pared en su

Levedad proyecta la inmensidad de tu silencio.

Una inmovilidad desciende emboscada en el descanso

Como vulgar divinidad al descampado

De los horarios, tras aquella

Vibración de mariposa: el polvo

Del desgano

Estatua de vidrio

Pantalla estridente, infinito comercial

Que desearías no ver más

Superpuesto

Al dialogo de un afecto,

Al frágil beso de un cálido decir.


Cuestión de Fe

Como nunca, el calor que a todos empapaba, irradiaba

A través de las pantallas y de las cáscaras plásticas

De los computadores, exudaciones;

En cada operador como interminables descargas,

Las sobre-exposiciones, configurábanse

De tanto en tanto más permanentemente en degradadas apariciones,

Que a ese paso -nunca se sabe

Con la tolerancia que establece para cada aparato el fabricante-,

De los recintos se hacían cada vez más y más

Delatoramente espesas en su cínica apariencia:

Allí... donde el virtual-espacio,

Donde las artificiales relaciones

En autómatas conexiones invadiendo la realidad la sobrepasaban,

Los credos habían colapsado en caprichosas defunciones

O simplemente habían sobrevivido

En espectáculos indignos o sospechosamente aleatorios,

Por decir lo menos.

En ese otro entonces no hubo tiempo que perder,

Pues ya en sus inicios -muchas eras antes del actual imperio-

Las ancianas tejían y tejían frente a sus armarios descascarados

Y sin lunas, en el desvencijo involucionaban el renacimiento

De la libido, urdiendo el encierro

De los éteres de la sana lujuria,

Precisamente con las especies

Más clericales del recato.

Marcose pues -desde allá, hasta este actual trance-, con tinta reflectante

Unos trazos en cruz, el sitio preciso

En la oficina, sobre lo que había sido

Antiguamente el respiradero de una fábrica

Subterránea de consoladores

De tripa de cerdo, y de puñales de bronce

Para sacrificios humanos. Inaudita ubicación

Para las secretarias en su papel

Del dictado y del decoro, pues coincidía

Con el empotramiento actual de la taza

Para deponer, pero precisa y exacta

En lo intuido, más aún, para cualquier

Médium que se estimara

Como tal... En el extremo opuesto

He ahí que se reencontraba el lugar.

Y así se nos van las jornadas...

Aludiéndonos sólo hasta en términos de días,

Cualquiera mención de otra medida de tiempo más amplia

Nos descompone y desorienta,

Cualquiera de nosotros que oiga decir

Que cargamos con milenios

En esta vigilia, sencillamente sonreiría... y a otra cosa.

Pero aún esperamos los allí convocados, con una taza

De café sobre los escritorios

Melancólicos; de cuando en cuando inventamos

Después del último sorbo,

En inveterados memorandos el despertarnos, o

Vamos al baño en remedos de ausencias... y

Ante toda posible traición nuestra,

De sucumbir en la amnesia; transamos genuflexiones,

Frente al despropósito de aquella absurda señal

Sobre la tapa del inodoro.




Cuadrado Fugaz Al Gesto

Hace una mañana más

Ejercicio su muda evidencia, al vacío

Caen boletos de micros

Y más boletos, signada en ellos -vaciando los bolsillos

De mi chaqueta- tramos precisos de vida… que también caen; y una espátula

El gesto, que delata desmemoria, despega

Sus posibles implicancias más sensibles adheridas a las entrañas, raspando

Las consolidadas, las indivisibles, imágenes que no

Amplío -asegura el comercial de tv el rendimiento-, algo que bien

Podría rozar el estímulo erótico

O el efecto ínfimo de una pena

O un candor, por ejemplo, como reza

La imagen repetitiva: como,

Engullo una rosa; como,

Engullo una rosa; esta flor descalzada del aplomo militante

Del hacedor de textos verso a verso; verso a prosa, prosa a verso;

Como, engullo su color: ¡exquisita!

Degusto su cadáver, cuando

Aún no lo es -por supuesto-, pero, es que lo llevo,

Este gustillo: a muerte

El abstracto vuelo de la especie original tras cortadas sus verdaderas alas;

Compromiso con los verdes -siendo políticamente correcto, digámoslo-

Cogollos de los brotes de tus orgasmos; los saludo:

Cuadrado, firme, talones juntos, enhiesto

El tramo; para dictar la dura: resoplando

Para nada inocente caballo de la sabana,

Aunque algo viejo y un poco cansado -burlescamente a son de cumbia-

Ronroneante todavía, a la inminencia del posible ajuste,

El motor; al silabario tus dientes acariciadores transitando-me, a tus labios

Modulando, succionancias, a mi eco consabido de alguna alargada "aaaa" u "oooo",

Toda esta rígida

Espera, para morir fugaz el feliz reitero, blanca,

Espesamente desangrado… al recuerdo; y he aquí

Que nuevamente en el signo,… esto que en uno, perdido

En la maraña de boletos a la basura se va.




AVALPO

Traspone el cuerpo

Su menguante

Ojo en rojo el sol

Del viaje al gris del sepia

Allí donde siempre es noche

En esa foto

Te entrampó el recuerdo Valparaíso

Te entrampó el recuerdo Valparaíso

Porteños de tu diáspora

Comemos de tu destiempo

Comemos con tu ensalada Light de postales en colores

Comemos abisal carne de inpescado Valparaíso

Comemos abisal carne de inpescado Valparaíso

Porteños de tu diáspora

Bebemos de tu destiempo

Al trago embotante de tu tinto noche

Vino del silencio Valparaíso

Vino del silencio Valparaíso

Puerto que migras y transmigras

De añejo en añejo tu cada aliento nuevo

Pregón del despregón tu manida imagen lugar común

De la lisa repetición artesanos baratos

¡Explotadores de la nostalgia Valparaíso!

¡Explotadores de la nostalgia Valparaíso!

Vendiendo lo que resbala de la cáscara de tu tristeza

Al dejando intacto el cárneo filón de lo que no se puede de ti

Porque tu inasible no - se - seria Valparaíso

Porque tu alma no - se - seria Valparaíso

Fantasma porteño este espacio Valparaíso

Espacio fantasma este porteño Valparaíso

Que va por dentro Valparaíso

Que va por dentro Valparaíso.

Valparaíso.




BREVE RESEÑA

PATRICIO BRUNA POBLETE, Valparaíso, 1959. Estudió arquitectura, es Licenciado y Maestro en Arte con Mención en Pintura, Escuela Bellas Artes de Valparaíso. Ha participado en múltiples exposiciones nacionales e internacionales. Actualmente forma parte del Centro de Investigaciones Poéticas Grupo Casa Azul.

http://www.patriciobruna.blogspot.com

e-mail: patbrunapo@gmail.com

martes, 25 de diciembre de 2007

Gabriela Bruch - Argentina, Buenos Aires

Fóllame hasta el corazón (título de fotolog de corazón _atípico, de valencia)

hasta el corazón, sí,
hasta el corazón
pero en qué páramo te quedaste ?
enredado entre que lianas de la mente?
fácil esconderse tras un poema cuando querés huir
si sería mejor exponerte
hasta quedar desnudo
como aquella vez
en que no te importaron los esteros,
los animales salvajes,
el río
dónde siempre flota un cuerpo muerto
que no ves



San Bern(ardo)


él no quería
no quería que lo penetrase
que me adentrara en él como una hembra tiburón
se resistió lo más que pudo
sopló su viento sur
la correntada era terrible
traía criaturas de otros mares
todo para expulsarme
todo para que me fuera
y regresara a la costa
donde la gente decía
que esa arena cortante no se podía soportar
pero yo lo penetré
lo más que pude
lo penetré
lo dejé exhausto
lo hice dudar
parecía parar el viento sur
parecía hacer retroceder las olas
y fue una lucha
pero gané
hoy el mar está frío, muy frío
extrañando el calor de un cuerpo
el calor de un cuerpo que se sofoca



37

rubio jodido, rubio malo
sabés que estoy sola tecleando, inventando palabras
que digan algo y no lo consigo y qué hacés
me mandás un mensaje de texto
cuando ya no creo en el amor
me invitás a vivir con vos
en castelforte
es allí cuando recuerdo
que alguna vez , muy drogados
muy pero muy drogados
hicimos el amor
y después dijimos
basta

38

no hay
color rojo para la noche,
la noche es púrpura, o azul, quizás violeta
pero sobre todo negra
como esta gran soledad que me fecunda
en el interminable
calvario
de unos ojos asesinados por la desidia
cúanta pasión falaz en esos poemas
que no encuentran continente
porque cualquier ánfora
los toma para sí
un poema negro es aquel
que cabe sólo en el corazón herido
de aquel que cabalgó la tormenta
con las alas quebradas y aún así
sigue
volando

39

los vientos soplan de manera incierta
no te extraño, no
extraño el sutil arrullo
de un cuerpo sometido
al dulce tormento
de mi ser
crucificado



BREVE RESEÑA

Gabriela Bruch es poeta, residente en el sur del gran Bs As. Tiene dos libros editados "Naturaleza de lo Oscuro" (2000) y "Open Door, los poemas del hospicio" (2006), ambos de poesía. Actualmente dirige y edita La Iguana, revista que se dedica a la difusión de poetas latinoamericanos no consagrados y a la causa de los pueblos originarios.

Marcela Muñoz Molina - Chile, 1966



Marcela Muñoz Molina nace en Puerto Natales ( Chile ) en 1966.
Los textos que se presentan a continuación corresponden al libro La inmaculada decepción.



EN MAÑANAS COMO ÉSTA

En mañanas como ésta
solo soy un fantasma, aquí
y en cualquier ciudad del mundo
un alma que transita
sin rumbo y desconocida
apenas el vapor de un alma…
cruzo avenidas,
avenidas infinitas
sin dar con mi reflejo en las vitrinas.
En mañanas como ésta
me levanto en cualquier ciudad del mundo
me levanto en Bruselas, Barcelona
en Buenos Aires
donde ahora no soy nadie
y donde alguna vez fui
un sol, una explosión, un relámpago.
Camino entre gente que me parecen fantasmas
y yo misma soy un fantasma para ellos,
no llega el aire a mis pulmones
…en mañanas como ésta.



ALEJANDRA

Tal vez, si no hubiera leído
a Bretón a los catorce
a Eluard a los quince
o a Artaud a los dieciséis.

Quizás, si Desnos no me
hubiera atrapado a los veinte.

Y René Char no hubiera sido
tan certero y tan tajante.

Si todos juntos,
no me hubieran volado la cabeza
una y otra vez.

Quizás, no hubiera caminado tanto,
juntando piedritas
a orillas del mar.
no habría sentido tanto frío
ni tanta hambre
ni tanto miedo.
Tantas vueltas para terminar
leyendo a la Pizarnik
a los treinta y cinco.
Y saber,
que los aplausos para los poetas,
llegan siempre tarde
y siempre son absurdos.



ENCONTRAR QUISIERA LA MAQUINA DE BORRAR

Encontrar Quisiera la máquina de borrar.
Algo así como el incinerador de la memoria
algo así como el desalojo de las piezas más oscuras
de una vida que no alcanza.
una mano que entre y atrape sin compasión
las imágenes de la tortura, las imágenes en blanco
que sólo sirven para restarme horas de sueño,
una mano que arranque de raíz
la raíz de los colores que me inmovilizan.

Encontrar quisiera la máquina de borrar.
y comenzar absolutamente de nuevo,
brotar como una hoja en otro paisaje,
un paisaje que lo sea todo,
un paisaje de viento y árbol, de inmensidad infinita
un paisaje donde cada cinco minutos amanezca otra vez.

Y uno ahí,
convertido en tierra,
convertido en un pájaro veloz,
capaz de volar sin batir las alas.
Y uno ahí,
entero, completo, mudo
sin articular palabra de tanta lejanía,
haciendo de un segundo toda la vida,
sabiendo que toda la vida no basta
para contemplarlo todo.

Encontrar quisiera la máquina de borrar.
Salir de aquí, diciendo hasta la tarde
y no volver nunca más.
Volver al principio inocente y antiguo
donde no existe riesgo de perder esa inocencia
volver a mis piedras y a mi cueva,
al rugido de mis bestias,
volver a mi carrera desesperada por la pampa
correr sólo por correr
por jugar con el viento.

Hoy no me salva, ni el amarillo de este cielo abierto
ni el mar imponente a menos de tres cuadras
no me salva un recuerdo
no me salva una nostalgia
no me salva la envoltura de mi alma.

Hoy sólo me salvaría encontrar la máquina de borrar.



AL FINAL

Los poetas se van y como por obra de un hechizo,
de ellos no quedan ni sus ropas.
Los poetas siempre se van completamente.
están siempre de paso, unidos al mundo por el cordón de la palabra,
del sonido, de la imagen.
Están cerca,
pero siempre hay en ellos,
algo que los hace transparentes,
ausentes,
algo que los convierte en pájaros cotidianos.
Pasan la primera parte de su vida
tratando de encajar en un mundo que nunca es del todo acogedor
y la segunda,
construyendo un mundo aparte, que es acogedor sólo para algunos.

Hasta que se van.

Casi nada queda de ellos,
algunos recuerdos alrededor de la lápida,
un discurso corto y nostálgico,
el intento por atrapar la última despedida
de un ser que siempre fue de humo.

Sólo la palabra los salva y los perdona.
La palabra los trae y la palabra se los lleva.
la palabra, de espaldas al tiempo,
los hace por un costado humanos
y por otro lado eternos.



POBRECITA LA STORNI

Pobrecita la Storni
dicen que era lesbiana
le quedaba grande la vida
como el traje de un payaso
y a la vez pequeña
como una pluma en la garganta.
Pobrecita la Storni,
la del cuerpo adolorido
la de los amores que se caen, para perderse,
entre los senos
y los precipicios.
Pobrecita la Storni
la que despertaron de golpe
para caer cabeza abajo
en tierra de nadie
y vivir como un fantasma,
buscando cuerpos abandonados para habitar.
Pobrecita la Storni,
la que hablaba sola,
en las muchedumbres y los teatros.
La que sólo encontró vida
en el mar inmenso, de sus palabras
degolladas...